El pasado viernes culminamos el tercer día del Solemne Triduo al Santísimo Cristo Yacente con la presencia de don Álvaro Román, Ditector Espiritual de nuestra Hermandad, cuya homilía versó sobre los milagros del Señor, especialmente la vuelta a la vida de su amigo Lázaro.
Cristo fue sepultado, como signo de su humanidad y muerte en la Cruz, pero con un sentido salvífico de Amor, donde la muerte no tiene cabida.
Acudamos a Cristo consagrándonos a su Sagrado Corazón para obtener de Él todas las gracias que su corazón nos entrega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.