El pasado jueves, segundo día del Triduo extraordinario al Santísimo Cristo Yacente, contamos con la presencia de don Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp. En su homilía, con cariño, ha realizado un recorrido sentimental de sus inicios como presbítero en Arahal, donde se forjó como sacerdote.
Haciendo un firme llamamiento a la vocación, ha puesto de manifiesto que la Iglesia necesita jóvenes que escuchen al Señor, dando una importancia fundamental a la fe transmitida en el seno familiar.
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