Reproducimos a continuación el discurso pronunciado el pasado viernes por nuestro hermano don José Bohórquez Bermúdez, tras el acto de toma de posesión de la nueva Junta de Gobierno de la Hermandad, como despedida del cargo de Hermano Mayor de la Hermandad desempeñado al frente de las dos últimas Juntas de Gobierno durante más de diez años:
En el día en que la
nueva Junta de Gobierno de nuestra Hermandad toma posesión de sus cargos, me
dirijo una vez más a todos desde el atril de este franciscano templo de San
Roque, en esta ocasión con un motivo muy especial, como es el de la despedida
del cargo de Hermano Mayor de la Hermandad tras casi once años, motivo de
permanente orgullo que desde mi condición más humilde he tratado de desempeñar
con la mayor dignidad posible.
Han sido importantes los
pasos dados y muchos los proyectos llevados a cabo a lo largo de estos años,
gracias sin duda al esfuerzo de todos, especialmente de los compañeros de las dos
juntas de gobierno que he tenido el honor de encabezar. Todo lo realizado
durante este tiempo al frente de la Hermandad, lo pongo en las manos de Nuestro
Señor y de la Santísima Virgen, como cristiano llamado a prestar un servicio a
Dios, a la Iglesia Universal y a la Iglesia particular de Arahal, en esta
parcela de la Hermandad.
Ha sido un objetivo
primordial durante estos últimos años, hacer de nuestra Hermandad una comunidad
viva con un fuerte compromiso eclesial, reunida en torno a nuestra sede
canónica de San Roque, con una
firme confesión de fe, integrada apostólicamente en la Parroquia así como comprometida en
ámbitos sociales, siendo conscientes de nuestras carencias pero con el firme
propósito de seguir mejorando.
Atrás quedan muchos momentos inolvidables en la Hermandad y de mi vida como cristiano,
como cofrade y como persona, con esos momentos me quedo, dejando en el olvido
esos otros momentos no tan gratos que también existieron.
No quisiera olvidarme de
cuantos han colaborado con la Hermandad en las distintas parcelas de la misma,
destacando la labor encomiable que realiza el Grupo Joven, las mujeres
encargadas del mantenimiento y limpieza del templo, camareras, colaboradores
del equipo de priostía, vestidor, acólitos, monaguillos, cuadrillas de
costaleros… A todos ellos agradezco enormemente su colaboración y entrega, y de
una manera especial a mi familia, por el apoyo que en todo momento me han dado,
a mis hijos y a mi mujer, que han estado siempre a mi lado.
Asimismo, también quiero
dar las gracias a los sacerdotes y diáconos que a lo largo de estos años nos
han ayudado a enriquecer la vida espiritual de la Hermandad, especialmente a
nuestro Director Espiritual, don Álvaro Román, a nuestro entrañable y querido
don José Quirós, a don Miguel Ángel, y a los diferentes vicarios parroquiales
de Santa María Magdalena.
Se abre una etapa nueva
en la Hermandad, llena de ilusionantes retos, con la tranquilidad y plena
confianza en la persona que hoy recoge el testigo sucediéndome en el cargo y en
el sólido grupo que conforman la nueva Junta de Gobierno. Nadie mejor que
nuestro hermano José Matute Crespo conoce a la Hermandad y trabaja por ella. Muchas
gracias Pepe, querido Hermano Mayor, por
tu amistad, por tu entrega, por tu compromiso, por tus consejos y lealtad
durante estos años. Espero poder devolverte ahora todo el apoyo recibido,
expresándote mi disposición plena en este camino que nos espera.
Mis últimas palabras quisiera
dedicarlas a Nuestros Sagrados Titulares, a los que tantos y tantos hermanos
del Santo Entierro y devotos, a través de su oración han traído sus
preocupaciones y súplicas. Que sean Ellos los que al igual que han hecho en
estos últimos años, guíen con paso firme los designios de nuestra Hermandad.
José Bohórquez Bermúdez
Mayordomo de la Hermandad