Mañana, miércoles 30 de noviembre a las 21:15 horas, se emitirá dentro del programa "Semana Santa de Sevilla" en Tele Sevilla, dirigido por José Antonio Rodríguez, un reportaje sobre nuestra Hermandad. Las cámaras de Tele Sevilla han estado grabando en la Iglesia de San Roque. A continuación os ofrecemos un avance de la grabación del reportaje.
martes, 29 de noviembre de 2011
domingo, 27 de noviembre de 2011
Misa de Hermandad y entrega de premios del IV concurso de fotografías el próximo jueves
El próximo jueves 1 de diciembre, se celebra en la Iglesia de San Roque a las 20:00 horas, misa mensual de Hermandad por el eterno descanso de los hermanos difuntos de la misma. Con anterioridad, a las 19:30 horas tendrá lugar el rezo del Santo Rosario.
Una vez concluido el culto, a las 21:00 horas en la Sala Capitular de la Iglesia de San Roque, se procederá a la proyección de las fotografías presentadas para el IV Concurso Fotográfico “Hermandad del Santo Entierro”, así como a la entrega de premios del mismo.
sábado, 26 de noviembre de 2011
La Santísima Virgen de los Dolores, protagonista del próximo reportaje de investigación del programa “Semana Santa de Sevilla”
Foto: Francisco J. Granado |
Según nos ha comunicado la dirección del programa “Semana Santa de Sevilla”, el próximo miércoles 30 se emitirá en Tele Sevilla el reportaje de investigación realizado por el periodista José Antonio Rodríguez sobre la Hermandad, tomando como eje principal del mismo la imagen de Nuestra Titular la Santísima Virgen de los Dolores por su singularidad y valía artística.
Aprovechamos para agradecer públicamente a la dirección del programa, el interés y la dedicación mostrados en la elaboración del mencionado reportaje.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
Presentado el boceto de Santiago Apóstol para el misterio de “la Borriquita”
Foto: Luciano Galán |
El pasado sábado por la tarde, fue presentado en la Sala Capitular de la Iglesia de San Roque, el boceto en barro de la imagen de Santiago Apóstol para el misterio de la Sagrada Entrada de Jesús en Jerusalén, por parte de su propio autor, el imaginero utrerano Luciano Galán, que mantiene fuertes lazos de amistad con la Hermandad
La imagen, de rasgos muy dulces -como se aprecia en la fotografía- muestra una actitud dialogante con San Pedro, identificando al Señor en su Entrada Triunfal en Jerusalén.
Como ya adelantamos hace unos meses, se trata de un proyecto del Grupo Joven de la Hermandad, cuya ejecución, viene a culminar el programa iconográfico diseñado por Luciano Galán, cuando recibió el encargó de realizar la imagen de la mujer hebrea con su hijo en brazos.
lunes, 21 de noviembre de 2011
Contigo de la mano. Oración para un Stabat Mater
Con estas palabras titulaba Jesús Núñez Aguilar la meditación pronunciada en la noche del pasado sábado ante la venerada imagen de la Santísima Virgen de los Dolores y el Santísimo Cristo Yacente, en un entrañable y solemne acto, en el que la Hermandad pretende poner de manifiesto su condición de pertenencia a la Iglesia sintiéndose parte de ella y ayudándonos a crecer en la fe.
Como en tantas ocasiones, se respiraba un ambiente familiar en San Roque contagiado a los cofrades de Arahal y Sevilla, unidos en la sobrecogedora estampa de un Stabat Mater que va más allá de nuestro pueblo.
La Hermandad volvió a poner la mirada en la Santísima Virgen, centro devocional y causa del origen de la misma, invitando a un cofrade comprometido con su Hermandad y con su fe, que en su Meditación actualizaba la Soledad de la Madre al pie de la Cruz ante su Hijo muerto cruelmente, dando un sentido de Esperanza a la humanidad.
Una vez más la belleza de nuestras Sagradas Imágenes nos hablan, en una meditación que originó multitud de respuestas en el corazón de cada uno de los asistentes.
Hay que destacar el agradecimiento de la Hermandad a Jesús Núñez Aguilar así como a Fernando Torres García, presentador del acto. También a la Hermandad de Santa Marta, así como a las Hermandades de Arahal que aceptan nuestras invitaciones. Tenemos que trabajar en avanzar en formación con seglares que como Jesús, aman de verdad su Hermandad y la Iglesia.
A continuación les mostramos algunas fotografías tomadas durante el acto.
Fotos: Manuel Montilla / Andrés García |
domingo, 20 de noviembre de 2011
Confirmación de adultos. Parroquia de Santa María Magdalena
Aprovechamos para anunciar desde el blog de la Hermandad, la iniciativa de nuestro director espiritual y párroco de Santa María Magdalena, don Álvaro Román Villalón, sobre la catequesis de confirmación para personas adultas. Aprovechando la visita de nuestro Obispo Auxiliar, Monseñor Don Santiago Gómez Sierra, el próximo mes de diciembre para las confirmaciones de jóvenes en la Parroquia de Santa María Magdalena, se han convocado unas catequesis destinadas a personas adultas que en su día por cualquier motivo no pudieron recibir el Sacramento.
Aquellas personas interesadas deben inscribirse en el despacho parroquial, con anterioridad al inicio de la catequesis, que tendrá lugar en los salones parroquiales los días 25/26 de Noviembre, y 2/3 de Diciembre a las 8 de la tarde.
viernes, 18 de noviembre de 2011
Aplazada la merienda de AIMA a las vísperas de Navidad
Debido a las desfavorables inclemencias meteorológicas que se avecinan para mañana sábado, el Grupo Joven de la Hermandad junto con la dirección de AIMA, han visto oportuno el cambio de fecha para la merienda que cada año se celebra en la Iglesia de San Roque. El encuentro tendrá lugar en los días previos a las vacaciones de Navidad, con el fin de que puedan asistir al mismo un mayor número de niños, que en situación de lluvia encontrarían dificultades para desplazarse hasta el templo.
martes, 15 de noviembre de 2011
El equipo de Semana Santa de Sevilla visita la Hermandad
En la tarde de ayer, la Hermandad recibió la visita del periodista José Antonio Rodríguez, actual director del programa “Semana Santa de Sevilla” que se emite los miércoles por la noche en Tele Sevilla. El motivo de la misma, se debe al interés que la dirección del programa ha mostrado en dedicar a la Hermandad del Santo Entierro y especialmente a la imagen de la Santísima Virgen de los Dolores por su singularidad y valía artística, uno de los reportajes de investigación -que cada miércoles se emiten- dedicados a los “tesoros ocultos” de las cofradías de la provincia de Sevilla.
Aunque será en el mes de noviembre, desconocemos aún con exactitud la fecha de emisión del reportaje. A través del blog de la Hermandad, les mantendremos informados sobre esta grata noticia.
Foto: Andrés García |
viernes, 11 de noviembre de 2011
Meditación del Stabat Mater el próximo sábado 19
Foto cartel: Francisco J. Granado |
El próximo sábado 19 de Noviembre a las 21:00 horas, tendrá lugar en la Iglesia de San Roque la Meditación del Stabat Mater ante las Sagradas Imágenes del Santísimo Cristo Yacente y la Santísima Virgen de los Dolores, estando en esta ocasión a cargo de don Jesús Núñez Aguilar, hermano de la Hermandad de Santa Marta de Sevilla.
El orden del acto es el siguiente:
I. Simón de Cirene (Fco. Javier Alonso Delgado)
II. Presentación del acto a cargo de don Fernando Torres García
III. Santo Entierro (José Manuel Delgado Rodríguez)
IV. Meditación a cargo de don Jesús Núñez Aguilar
V. Christus factus est (Vicente Gómez Zarzuela)
Las piezas serán interpretadas por la capilla musical Santísimo Cristo Yacente de Arahal.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Convivencia del Grupo Joven con los niños de AIMA
Un año más, el Grupo Joven de la Hermandad celebrará la tradicional merienda con los niños de AIMA. En esta ocasión será el sábado 19 de Noviembre a las 17:00 horas en la Iglesia de San Roque. El encuentro comenzará con una visita didáctica al templo, pasando a continuación a la Sala de Cabildos de la Hermandad donde se proyectará un audiovisual sobre las Imágenes Titulares, procesión del Domingo de Ramos y Viernes Santo...así como las fotografías del pasado encuentro. Una vez finalizada, celebraremos una merienda de despedida.
El Grupo Joven quiere aprovechar para desde aquí, hacer extensible la invitación a todos los jóvenes de la Hermandad que quieran participar en este acto así como en tantos otros que tienen lugar a lo largo del año.
Convivencia con AIMA. Año 2010 |
jueves, 3 de noviembre de 2011
Los Santos, nuestros Hermanos
Queridos hermanos y hermanas:
El próximo martes, 1 de noviembre, celebraremos la solemnidad de Todos los Santos, una fiesta que ya se celebraba en Roma en los primeros siglos de la Iglesia y que adquiere carta de ciudadanía a partir del año 835, cuando el Papa Gregorio IV la extiende a toda la Iglesia y fija como fecha de su celebración el día 1 de noviembre.
El próximo día 1, celebraremos en una misma fiesta los méritos de todos los Santos. Veneraremos a aquellos hermanos nuestros cuya santidad heroica ha sido reconocida oficialmente por la Iglesia y que tienen un puesto en el calendario litúrgico. Pero honraremos además a aquellos que de forma anónima, desde la sencillez de una vida poco significativa a los ojos del mundo, en la familia, el trabajo, la vida sacerdotal o religiosa han hecho de su vida una hermosa sinfonía de fidelidad al Señor y entrega a los hermanos, viviendo el ideal de las Bienaventuranzas. Todos ellos constituyen una "muchedumbre inmensa que nadie puede contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas", que está "en pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos" (Apoc 7,9).
La celebración de la solemnidad de Todos los Santos nos sitúa en el corazón de la Iglesia, pues la santidad pertenece a su esencia más íntima. Esta fiesta nos recuerda todos, sacerdotes, consagrados y laicos una verdad fundamental declarada por la Iglesia y vivida por ella: la llamada universal a la santidad. Todos, cualquiera que sea nuestro estado y condición, estamos llamados a la santidad más alta. Todos estamos llamados a participar de la vida y santidad del Padre, que nos ha engendrado, santidad que nos ha merecido Jesucristo, el Hijo, con su sacrificio redentor, santidad que es el mismo Espíritu Santo, recibido como huésped y como don en nuestras almas. La santidad es la única vocación del hombre. No hay otra vocación, ni tenemos otra tarea mejor que realizar en la tierra. Todo para ser santos... Todo para glorificar al Padre, al Hijo y al Espíritu.
La santidad no consiste en hacer cosas raras o extravagantes. La santidad consiste en la participación en la santidad del mismo Dios. Esto es lo realmente raro, lo realmente asombroso: que Dios quiere compartir su santidad inmensa con su criatura, que Dios quiere hacer gustar a su criatura de la comunión plena con Él.
Los santos canonizados aspiraron con todas sus fuerzas a la santidad. No se conformaron con mediocridades, porque estaban convencidos de que el amor de Dios es inmensamente más fuerte y abundante que la debilidad humana. Ellos conocieron el amor de Cristo y creyeron en él más que en sus propias fuerzas. Se entregaron totalmente a Cristo, porque Cristo se les había entregado totalmente a ellos. Confiaron en el Espíritu Santo y procuraron secundar sus inspiraciones. Amaron a la Iglesia y a sus hermanos hasta el heroísmo. Quisieron ser testigos de un amor que convence a otros, un amor que salva a muchedumbres. Fueron hombres y mujeres de intensa vida interior, humildes y alegres, austeros, recios y penitentes, alejados de mediocridad y de la rutina, con una radicalidad que apuntaba siempre a lo más; hombres y mujeres de una fe hecha vida, antes que concepto o doctrina, libres para servir al Señor, a la Iglesia y a sus hermanos, con generosidad, sin cálculos ni condicionamientos.
Al recordar en la solemnidad de Todos los Santos a estos campeones de la santidad, el más rico patrimonio de la Iglesia, resuena con especial intensidad para nosotros lo que ellos escucharon tantas veces de labios de Jesús en la oración “¡Sed santos porque vuestro Padre celestial es Santo!". Efectivamente Dios es la única causa y fuente de la santidad. Dios es quien quiere que seamos santos y es Él quien quiere hacernos santos con su gracia. No somos nosotros, ni son nuestras solas fuerzas. La iniciativa y el poder son suyos. Sólo Dios es Santo; sólo Dios es quien santifica con su gracia.
También nosotros, sacerdotes, consagrados y laicos, jóvenes y adultos, padres y madres de familia, estamos llamados a ser santos, santos de los sencillo, santos de lo cotidiano, buscando nuestro camino de santificación en la piedad sincera, en la oración diaria, en la participación en los sacramentos, en el trabajo ofrecido a Dios, en la educación de los hijos, acogiendo amorosamente en nuestras manos la voluntad santa de Dios y ofreciendo la propia vida, abierta a las necesidades de los que sufren y comprometida en el apostolado y en la construcción de la nueva civilización del amor. A todo ello nos invitan los Santos, nuestros hermanos, también esa legión de héroes anónimos, a los que hoy honramos y que interceden por nosotros. Entre ellos seguramente están nuestros padres y muchos familiares y amigos. Imitémosles y acudamos a su intercesión encomendándoles nuestra fidelidad.
Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.
El próximo martes, 1 de noviembre, celebraremos la solemnidad de Todos los Santos, una fiesta que ya se celebraba en Roma en los primeros siglos de la Iglesia y que adquiere carta de ciudadanía a partir del año 835, cuando el Papa Gregorio IV la extiende a toda la Iglesia y fija como fecha de su celebración el día 1 de noviembre.
El próximo día 1, celebraremos en una misma fiesta los méritos de todos los Santos. Veneraremos a aquellos hermanos nuestros cuya santidad heroica ha sido reconocida oficialmente por la Iglesia y que tienen un puesto en el calendario litúrgico. Pero honraremos además a aquellos que de forma anónima, desde la sencillez de una vida poco significativa a los ojos del mundo, en la familia, el trabajo, la vida sacerdotal o religiosa han hecho de su vida una hermosa sinfonía de fidelidad al Señor y entrega a los hermanos, viviendo el ideal de las Bienaventuranzas. Todos ellos constituyen una "muchedumbre inmensa que nadie puede contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas", que está "en pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos" (Apoc 7,9).
La celebración de la solemnidad de Todos los Santos nos sitúa en el corazón de la Iglesia, pues la santidad pertenece a su esencia más íntima. Esta fiesta nos recuerda todos, sacerdotes, consagrados y laicos una verdad fundamental declarada por la Iglesia y vivida por ella: la llamada universal a la santidad. Todos, cualquiera que sea nuestro estado y condición, estamos llamados a la santidad más alta. Todos estamos llamados a participar de la vida y santidad del Padre, que nos ha engendrado, santidad que nos ha merecido Jesucristo, el Hijo, con su sacrificio redentor, santidad que es el mismo Espíritu Santo, recibido como huésped y como don en nuestras almas. La santidad es la única vocación del hombre. No hay otra vocación, ni tenemos otra tarea mejor que realizar en la tierra. Todo para ser santos... Todo para glorificar al Padre, al Hijo y al Espíritu.
La santidad no consiste en hacer cosas raras o extravagantes. La santidad consiste en la participación en la santidad del mismo Dios. Esto es lo realmente raro, lo realmente asombroso: que Dios quiere compartir su santidad inmensa con su criatura, que Dios quiere hacer gustar a su criatura de la comunión plena con Él.
Los santos canonizados aspiraron con todas sus fuerzas a la santidad. No se conformaron con mediocridades, porque estaban convencidos de que el amor de Dios es inmensamente más fuerte y abundante que la debilidad humana. Ellos conocieron el amor de Cristo y creyeron en él más que en sus propias fuerzas. Se entregaron totalmente a Cristo, porque Cristo se les había entregado totalmente a ellos. Confiaron en el Espíritu Santo y procuraron secundar sus inspiraciones. Amaron a la Iglesia y a sus hermanos hasta el heroísmo. Quisieron ser testigos de un amor que convence a otros, un amor que salva a muchedumbres. Fueron hombres y mujeres de intensa vida interior, humildes y alegres, austeros, recios y penitentes, alejados de mediocridad y de la rutina, con una radicalidad que apuntaba siempre a lo más; hombres y mujeres de una fe hecha vida, antes que concepto o doctrina, libres para servir al Señor, a la Iglesia y a sus hermanos, con generosidad, sin cálculos ni condicionamientos.
Al recordar en la solemnidad de Todos los Santos a estos campeones de la santidad, el más rico patrimonio de la Iglesia, resuena con especial intensidad para nosotros lo que ellos escucharon tantas veces de labios de Jesús en la oración “¡Sed santos porque vuestro Padre celestial es Santo!". Efectivamente Dios es la única causa y fuente de la santidad. Dios es quien quiere que seamos santos y es Él quien quiere hacernos santos con su gracia. No somos nosotros, ni son nuestras solas fuerzas. La iniciativa y el poder son suyos. Sólo Dios es Santo; sólo Dios es quien santifica con su gracia.
También nosotros, sacerdotes, consagrados y laicos, jóvenes y adultos, padres y madres de familia, estamos llamados a ser santos, santos de los sencillo, santos de lo cotidiano, buscando nuestro camino de santificación en la piedad sincera, en la oración diaria, en la participación en los sacramentos, en el trabajo ofrecido a Dios, en la educación de los hijos, acogiendo amorosamente en nuestras manos la voluntad santa de Dios y ofreciendo la propia vida, abierta a las necesidades de los que sufren y comprometida en el apostolado y en la construcción de la nueva civilización del amor. A todo ello nos invitan los Santos, nuestros hermanos, también esa legión de héroes anónimos, a los que hoy honramos y que interceden por nosotros. Entre ellos seguramente están nuestros padres y muchos familiares y amigos. Imitémosles y acudamos a su intercesión encomendándoles nuestra fidelidad.
Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
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