El primer domingo de Adviento es el primer día del Nuevo Año
Litúrgico para la Iglesia Católica y en esta ocasión, en el Evangelio
(Lucas 21, 25-28. 34-36), Jesús anima a los fieles a “estar siempre
despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y
mantenerse en pie ante el Hijo del hombre”.
Asimismo,
las lecturas bíblicas de esta primera semana y la predicación son una
invitación a estar vigilantes para cuando venga el Señor. Por ello, es
importante que en las familias se haga un propósito que les permita avanzar en
el camino hacia la Navidad.
En
un momento propicio o tal vez después del encendido de la primera vela de
la corona de adviento, los miembros del hogar podrían comenzar revisando las
relaciones familiares y terminar pidiendo perdón a quienes se ha ofendido, así
como dándolo a los demás.
Esto debe ser el
principio de un renovado año en el que se buscará seguir creciendo en un
ambiente de armonía y amor familiar. Lo cual también deberá extenderse a los
demás grupos con el que cotidianamente uno se relaciona, ya sea en la escuela,
el trabajo, el vecindario, etc.
Para
terminar, es importante recordar que el Año Litúrgico es el conjunto de las
celebraciones con las cuales la Iglesia conmemora anualmente el misterio de
Cristo.
El
tiempo de Adviento, que es el primer período del Año Litúrgico, tiene una
duración de cuatro semanas, comienza este domingo 29 de noviembre y se prolonga
hasta el 24 de diciembre. Las lecturas son las correspondientes al Ciclo C.
Enciende la primera llama de tu corona con esta liturgia familiar en casa:
Fuente: www.aciprensa.com
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