“Una pobreza más extensa y generalizada, más intensa y
acuciante, más permanente y difícil de afrontar". Ésta es la advertencia
lanzada el pasado jueves por los responsables de Cáritas Diocesana de Sevilla
durante la presentación de la Memoria Anual 2012 de la institución, en la que
se analizan los resultados de las acciones realizadas durante el pasado año por
los distintos equipos de trabajo de Cáritas en la Archidiócesis. Según los
datos presentados, la demanda asistencial recibida por los servicios
parroquiales de acogida se ha triplicado desde el comienzo de la crisis.
Fuente: Cáritas Diocesana de Sevilla |
El documento ha sido presentado hoy en rueda de prensa
por el presidente de Cáritas Diocesana, Felipe Cecilia, que ha estado
acompañado por el delegado episcopal, el sacerdote Francisco Ortiz, y el
secretario general de la institución, Juan Arredondo. Cecilia ha destacado que
la Memoria constituye el modo “de rendir cuentas del trabajo realizado y del
empleo de los recursos que se nos han confiado”. Del mismo modo, ha expresado
su preocupación ante "la situación del país y de Sevilla
particularmente", y ha recordado que "detrás de cada cifra y cada
número se esconde un enorme drama humano con nombre y apellidos".
El presidente de Cáritas ha agradecido también el
trabajo y la contribución de sus voluntarios, “que están realizando un esfuerzo
ímprobo”, así como la "solidaridad de los sevillanos, que son los que
permiten con su aportación que nuestros proyectos se mantengan”.
La demanda asistencial se triplica
El secretario general de Cáritas Diocesana, Juan
Arredondo, ha presentado, por su parte, los datos y valoraciones del informe
2012. Arredondo ha advertido reiteradamente de la gravedad de la situación,
destacando el severo incremento de la demanda asistencial registrada por los
servicios parroquiales de acogida, con una estimación de 21.683 familias y
63.457 personas atendidas el año pasado, un 17´2% más que en 2011. Además, ha
explicado que las intervenciones realizadas ascendieron a 84.902, casi el
triple que las registradas en 2007, “lo que da muestra del significativo y
acelerado deterioro del ambiente social de los barrios y pueblos”.
“En Cáritas preferimos enseñar a pescar antes que dar
peces –ha subrayado-, pero las respuestas que estamos dando están siendo
necesariamente de elementos cada vez más básicos , como alimentos o pagos de
recibos, con unas Cáritas parroquiales desbordadas, absolutamente al límite de
sus posibilidades”. Como muestra de la escalada imparable de necesidades, el
secretario general ha avanzado que “la demanda de ayuda recibida por Cáritas
Diocesana desde las parroquias había igualado en mayo de 2013 el mismo nivel
que en todo 2012”.
Descenso de familias inmigrantes y empeoramiento de su
situación
El informe presentado destaca asimismo el descenso en
un 3´3% del número de familias inmigrantes atendidas por los servicios de
acogida. En este sentido, Arredondo ha explicado que el dato se corresponden
con la percepción de que los “inmigrantes se están moviendo”, aunque ha
advertido del empeoramiento de las situaciones de pobreza de estas familias,
“que están siendo especialmente golpeadas por la crisis, por sus condiciones de
precariedad laboral y social, y por el endurecimiento de las políticas de
inmigración”.
Junto a ello, el secretario general ha alertado
también de la generalización de las consecuencias sociales de la crisis, “que
afecta ya a todos los territorios”, con un número creciente desempleados de
larga duración o familias que han sobrevivido con la ayuda algunos familiares y
se encuentran ya en una "situación límite".
Más de 4´6 millones de euros y 2.100 voluntarios
Según los datos del informe, la inversión realizada
por las Cáritas parroquiales en la atención de las necesidades de las familias
alcanzó 2.260.000 euros en 2012, que se suman a los 4.600.000 euros aplicados
por Cáritas Diocesana en el desarrollo de sus proyectos. En este sentido, el
secretario general de Cáritas ha querido subrayar el hecho de que más del 70%
de las financiación de Cáritas se haya sostenido en la aportación de las
comunidades cristianas de la Archidiócesis, así como de los socios y donantes
de la institución, “con una aportación de conjunto que se incrementó casi un
19% durante el ejercicio, frente a las subvenciones, que descendieron casi un
10%”.
El informe destaca también el incremento en un 23% del
número de voluntarios que colaboran con la institución, que superó en 2012 los
2.100, “un dato significativo de una corriente de sensibilidad y compromiso que
se abre en la sociedad y en la Iglesia cuando arrecian las dificultades”.
Solidaridad de la comunidad cristiana
Finalmente, el delegado episcopal en Cáritas
Diocesana, Francisco Ortiz, ha insistido en que “Cáritas es una organización no
subvencionada, una expresión necesaria de solidaridad de la comunidad
cristiana, de la Iglesia”, y ha destacado el importante esfuerzo realizado “por
la parroquias, por los voluntarios, por los párrocos, gracias a los cuales
llegamos hasta donde llegamos”.
Fuente: www.archisevilla.org
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