El Pontífice habló sobre el papel de las
hermandades en una misa celebrada durante la mañana del domingo bajo la lluvia
en la plaza de San Pedro del Vaticano.
El Papa Francisco instó el pasado domingo a las
hermandades llegadas hasta la plaza de San Pedro del Vaticano a que se
mantengan «activas» en la comunidad católica, desempeñando el papel de «auténticos evangelizadores» en la relación
entre la fe y la cultura popular.
Durante la misa celebrada bajo la lluvia con miles de
integrantes de hermandades de todo el mundo, el pontífice quiso reconocer la
labor de esta «realidad tradicional de la Iglesia que ha vivido en los últimos tiempos una renovación y un
redescubrimiento», así como la «valentía» de los asistentes al acto por
desafiar al mal tiempo.
«La piedad popular es una senda que lleva a lo esencial si
se vive en la Iglesia, en comunión profunda con vuestros pastores. Queridos
hermanos y hermanas, la Iglesia os quiere. Sed una presencia activa en la comunidad, como células vivas,
piedras vivas. Los obispos latinoamericanos han dicho que la piedad popular es
una manera legítima de vivir la fe», dijo Francisco.
«Amad a la Iglesia. Dejaos guiar por ella. En las
parroquias, en las Diócesis, sed un verdadero pulmón de fe y de vida cristiana.
Veo en esta plaza una gran variedad de colores y de signos. Así es la Iglesia: una gran riqueza y
variedad de expresiones en las que todo se reconduce a la unidad, al
encuentro con Cristo», agregó.
En una plaza de San Pedro adornada con los crucifijos y los
estandartes de las distintas hermandades a lo largo de la columnata de Bernini,
el papa argentino quiso recordar que estas asociaciones tienen una «misión específica e importante, que es
mantener viva la relación entre la fe y las culturas de los pueblos» a
través de la piedad popular.
«Sed también vosotros auténticos evangelizadores -dijo-. Que vuestras iniciativas sean puentes,
senderos para llevar a Cristo, para caminar con él. Y, con este
espíritu, estad siempre atentos a la caridad. Cada cristiano y cada comunidad
es misionera en la medida en que lleva y vive el Evangelio, y da testimonio del
amor de Dios por todos, especialmente por quien se encuentra en dificultad».
Esta misa, celebrada en el sexto domingo de la Pascua, se
enmarca dentro de la celebración de la
Jornada de las Hermandades y de la Piedad Popular, en el ámbito del Año de
la Fe promovido por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva
Evangelización, cuyo presidente, Salvatore Fisichella, dirigió un saludo al
papa al inicio del acto.
«Queridas hermandades, la piedad popular, de la que sois una
manifestación importante, es un tesoro que tiene la Iglesia y que los obispos
latinoamericanos han definido de manera significativa como una espiritualidad,
una mística, que es un 'espacio de encuentro con Jesucristo'», afirmó
Francisco.
«Acudid siempre a Cristo, fuente inagotable, reforzad
vuestra fe, cuidando la formación espiritual, la oración personal y
comunitaria, la liturgia. A lo largo de
los siglos, las hermandades han sido fragua de santidad de muchos que han
vivido con sencillez una relación intensa con el Señor», agregó.
El Papa, que tras esta misa tiene previsto dirigir también
en San Pedro del Vaticano el rezo del Regina Coeli (la oración que sustituye al
Ángelus dominical en Pascua), pidió a las hermandades que caminen con decisión
hacia la santidad y que no se conformen
«con una vida cristiana mediocre».
Fuente: www.abc.es
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