Cristo Yacente, fuente de bendición y puerta de la vida

De aquí a unos días se erigirá una vez más el monte Calvario en el altar mayor de nuestra iglesia de San Roque, siendo la contemplación de su imagen una gran catequesis que puede guiarnos a celebrar de forma adecuada la conmemoración en honor a los fieles difuntos.

Foto: Samuel Amador

Cristo Yacente se encontrará al pie de la cruz sumido en un gran descanso tras haber experimentado él mismo la propia muerte. Una muerte que no experimentó como un destino fatal, sino al contrario, asumida libremente, por fidelidad a Dios y amor a la humanidad. Es por ello, por lo que, al contemplar la imagen del Santísimo Cristo Yacente, no sólo debemos ver en él muerte, sino fuente de bendición y la puerta de la vida plena.

En torno a él los hermanos de esta Hermandad debemos descubrir el sentido de la vida. Venimos de Dios y él nos espera en el cielo. Por lo que debemos de aprovechar esta fecha para tener más presente que caminamos en esta tierra hasta que algún día alcancemos la vida plena en la Casa del Padre, lo que exige que apostemos por ella en el día a día, haciendo uso, antes de nuestra muerte, de sus ofrecimientos incesantes de la penitencia y la conversión a mejores cristianos de fe y obra.

Y para ello, encontraremos una vez más el mejor de los modelos en nuestra Madre bendita de los Dolores, quien al pie de la cruz y con sus manos orantes, se nos ofrecerá para proponernos como buena iniciativa, la práctica de la oración por los difuntos, para que aquellos que se marcharon sean purificados y puedan ser conducidos definitivamente bajo su manto hacia el encuentro con Dios.