Como es tradicional en el mes de Noviembre, cuando la Iglesia Católica recuerda de manera especial a los fieles difuntos, la Santísima Virgen de los Dolores se encuentra ataviada de luto, con el gusto al que nos tiene acostumbrados su vestidor, N.H. don Daniel Maldonado Catalán.
En esta ocasión la Santísima Virgen luce por primera vez sobre el manto y la saya unos singulares bordados parisinos en oro sobre tul negro. Asimismo estrena un tocado de gasa francesa, procedente de una donación particular así como un corazón de bronce con los siete puñales, donado también a la Santísima Virgen por un hermano de la Hermandad.
Fotos: Andrés García |
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