El mensaje de
los mártires: perdón y conversión
«Perdón y
conversión son los dones que los mártires nos hacen a todos. El perdón lleva la
paz a los corazones, la conversión crea fraternidad con los demás». Es la
conclusión de la beatificación, celebrada este domingo en Tarragona, de 522
mártires de la persecución religiosa del siglo XX en España. Presidió la
celebración el cardenal Angelo Amato, enviado del Santo Padre; pero el Papa
Francisco también quiso hacerse directamente presente a través de un
videomensaje, en el que puso a los mártires como ejemplo de que «no existe el
amor en porciones. Cuando se ama de verdad se ama hasta el extremos»
La solemne celebración de la Beatificación de los
mártires de la persecución religiosa del siglo XX en España comenzó a mediodía
del domingo, con la presencia de decenas de miles de personas en el complejo
educativa de Tarragona.
El Mensaje del Papa Francisco marcó el inicio de
la celebración. Un mensaje en el que el Santo Padre señaló que «los mártires
han aprendido bien el sentido de aquel amar hasta el extremo. No existe el amor
en porciones. Cuando se ama de verdad se ama hasta el extremos». El Papa pidió
además que «imploremos la intercesión de los mártires para ser cristianos
concretos y no de palabras».
Al inicio de la celebración, monseñor Jaume Pujol,
arzobispo de Tarragona, realizó la súplica y la bienvenida al representante del
Papa, el cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de
los Santos. Posteriormente se dio lectura a la carta apostólica en la que el
Santo Padre inscribe en el catálogo de los Beatos a estos 522 mártires. Tras la
lectura, la urna que contiene las sus reliquias fue llevada en procesión hasta
los pies del altar, y los obispos y postuladores de las causas recogieron una
copia de la carta apostólica.
Evento de
gracia que llena de alegría a la Iglesia
En su homilía, el cardenal Amato señaló que la jornada
de beatificación constituye «un extraordinario evento de gracia que llena de
júbilo a la comunidad cristiana». Recordó que «los mártires no se avergonzaron
del Evangelio, han permanecido fieles a Cristo». Recordó las varias
beatificaciones de los mártires de la Persecución religiosa en España en el
siglo XX: 1987, 2001, 2007... y destacó que esta era la ceremonia de
beatificación más grande que ha habido en tierra española.
Subrayó que «estos hermanos no eran combatientes, no
apoyaban a ningún partido, eran hombres y mujeres pacíficos, asesinados por
odio a la fe, sólo porque eran católicos». El cardenal destacó también que, en
los años de esta persecución, seminarios y órdenes religiosas no escondían a
los aspirantes el peligro que conllevaba la entrega a Dios, ejerciendo una
verdadera pedagogía martirial que también les ayudó a afrontar el martirio.
La Iglesia no
olvida a sus hijos
¿Por qué la Iglesia beatifica a estos mártires? La
respuesta es sencilla: la Iglesia no quiere olvidar a sus hijos valientes,
merecen admiración y alabanza. La celebración de hoy quiere gritar que la
humanidad necesita paz, fraternidad, concordia; nada puede justificar la
guerra.
«Los mártires -continuó- nos dejan un doble mensaje;
ante todo nos invitan a perdonar; tenemos que hacer memoria de nuestra
capacidad de perdón. El segundo mensaje es la conversión del corazón a la
bondad y a la misericordia; estamos invitados a convertirnos a diario, no sólo
los que se llaman cristianos sino también a los que no lo son. Todos estamos
llamados a convertirnos a la paz, la fraternidad, al respeto de la vida del
hombre. Así han obrado los mártires, así han obrado los santos. Es un mensaje
que concierne a los jóvenes llamados a vivir con fidelidad y gozo la vida
cristiana. Pero hay que ir a contracorriente. No hay miedos si permanecemos
unidos a Dios».
«Perdón y conversión -continuó- son los dones que los
mártires nos hacen a todo; el perdón lleva la paz a los corazones, la
conversión lleva la fraternidad a los demás». Tras la homilía, la celebración
eucarística continuó su desarrollo. En la oración universal, se imploró por
primera vez la intercesión de los nuevos Beatos.
Finalizada la Santa Misa, el cardenal Antonio María
Rouco Varela, arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal
Española, dirigió unas palabras de agradecimiento al cardenal Amato por su
presencia en la celebración. El 6 de noviembre es la fecha de celebración de la
Fiesta de los Mártires de la Persecución Religiosa del s. XX en España.
Ofrecemos a continuación el videomensaje enviado por el Papa Francisco y el
texto íntegro de la homilía del cardenal Amato.
Agencia Sic
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