El pasado domingo, la Hermandad organizaba una
año más la visita a la Casa
Madre de la
Compañía de las Hermanas de la Cruz, en un día entrañable de
ambiente familiar y convivencia entre hermanos y devotos de Nuestra Santa
Titular de diferentes generaciones de la Hermandad.
El autobús partió por la mañana
desde la Iglesia
de San Roque en dirección al barrio de San Julián, donde tras visitar la Parroquia del mismo
nombre, nos adentramos en la plaza de Santa Paula para conocer el Monasterio de
monjas jerónimas consagradas a la alabanza divina y al estudio amoroso de la Sagrada Escritura,
que conservan con amor y sacrificio este patrimonio artístico que la Providencia ha
encomendado a su cuidado para que lo transmitan a su vez a las nuevas
generaciones para bien de la
Iglesia y del mundo.
Fue para todos una gran
satisfacción el conocer la labor de las hermanas así como el rico patrimonio
que se esconde tras los muros de este imponente monasterio, desconocido por
muchas personas.
Aprovechamos para agradecer el acompañamiento
durante la visita del profesor don Ramón de la Campa que con sus explicaciones, pudimos conocer
con profundidad la historia y el patrimonio del monasterio, a través de un
recorrido por sus dependencias, compases, coros, museo e iglesia. Entre las
principales obras que pudimos contemplar destacan algunas de los maestros Pedro
Millán, Alonso Cano, Felipe de Ribas o Juan Martínez Montañés entre otros.
Tras el descubrimiento que para
muchos de los presentes supuso la visita al Monasterio de Santa Paula, nos acercamos hasta la calle
Santa Ángela de la Cruz,
para orar ante el cuerpo incorrupto de Nuestra Titular. Posteriormente, tras la
asistencia a la celebración eucarística dominical en la cercana Parroquia de
San Pedro, volvimos al autobús para disfrutar durante el viaje de vuelta del
dvd de la visita del pasado año realizado por nuestro hermano Rafael Ponce
Martín.
Todos los asistentes salimos
reconfortados tras esta visita, que concluyó en la Iglesia de San Roque con
una oración de acción de gracias y el canto de la Salve a la Santísima Virgen
de los Dolores, compartiendo mesa con posterioridad en el almuerzo fraterno que
celebramos en la Sala
Capitular.
Fotos: Gloria Gutiérrez / Jorge Hidalgo |
Todo un acierto la realización de esta visita, buena organización y un ambiente acogedor.
ResponderEliminarY desde luego un gran descubrimiento el Monasterio de Santa Paula, al menos yo quedé sorpredida.