Benedicto XVI ha concedido indulgencias para quienes participen en la Jornada Mundial de la Juventud, y cumplan con los requisitos requeridos. En concreto:
Se concede la indulgencia plenaria a los fieles que participarán devotamente en cualquier ceremonia sagrada o práctica devota que se celebre en Madrid durante la XXVI Jornada Mundial de la Juventud y en su conclusión solemne, con tal de que, confesados y verdaderamente arrepentidos, reciban la santa Comunión y recen con devoción según las intenciones de Su Santidad.
Se concede la indulgencia parcial a los fieles, dondequiera que se encuentren durante la mencionada Jornada Mundial, si al menos con ánimo contrito, elevan sus súplicas a Dios Espíritu Santo, para que impulse a los jóvenes a la caridad y les dé la fuerza de anunciar el Evangelio con su propia vida.
¿Qué son las indulgencias? (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1471 y siguientes)
¿Qué son las indulgencias? (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1471 y siguientes)
• La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos.
• Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos las indulgencias.
• Para entender esta práctica de la Iglesia es preciso recordar que el pecado tiene una doble consecuencia:
o El pecado grave nos priva de la comunión con Dios y por ello nos hace incapaces de la vida eterna, cuya privación se llama la ‘pena eterna’ del pecado’
o Por otra parte, todo pecado, incluso venial entraña apego desordenado y necesita purificación, sea aquí abajo, sea después de la muerte, en el estado que se llama Purgatorio. Esta purificación libera de lo que se llama la ‘pena temporal’ del pecado.
• Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos las indulgencias.
• Para entender esta práctica de la Iglesia es preciso recordar que el pecado tiene una doble consecuencia:
o El pecado grave nos priva de la comunión con Dios y por ello nos hace incapaces de la vida eterna, cuya privación se llama la ‘pena eterna’ del pecado’
o Por otra parte, todo pecado, incluso venial entraña apego desordenado y necesita purificación, sea aquí abajo, sea después de la muerte, en el estado que se llama Purgatorio. Esta purificación libera de lo que se llama la ‘pena temporal’ del pecado.
Condiciones para ganar las Indulgencias
• Ser bautizado
• Estar en estado de gracia
• Tener la intención de obtener la Indulgencia
• Estar en estado de gracia
• Tener la intención de obtener la Indulgencia
Cumplir con las demás condiciones que la Iglesia ha determinado para la Indulgencia que se desee obtener:
para Indulgencia Plenaria: estando arrepentido de los pecados, realizar la acción requerida para dicha Indulgencia (en este caso referida a la participación en la JMJ) y, además, hacer una confesión sacramental, recibir la sagrada comunión y rezar por las intenciones del Papa (un Padre Nuestro y un Ave María, por ejemplo). Finalmente, hay que estar libre de todo apego de pecado, incluyendo los pecados veniales.
para Indulgencia Parcial: estando arrepentido de los pecados y realizar la acción requerida para dicha Indulgencia (en este caso referida a la participación en la JMJ)
Fuente: www.madrid11.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.