En la noche del pasado sábado 21 de noviembre,
víspera de la Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, la Hermandad celebró la meditación del Stabat
Mater reunida en torno a Nuestros Sagrados Titulares, pronunciada en esta
séptima edición por don Enrique Esquivias de la Cruz.
El acto piadoso, enmarcado dentro del contexto sobrio e intimista que la Hermandad ha querido imprimirle desde sus inicios, fue presentado en esta ocasión por don Miguel Jiménez Maldonado, Teniente de Hermano Mayor de la Hermandad. Asimismo, contamos con la grata presencia de nuestro Vicario Parroquial, don José María Soto Marchena, los hermanos franciscanos de la Cruz Blanca recientemente llegados al Convento de Nuestra Señora del Rosario, así como una representación de las distintas hermandades de nuestro pueblo.
En la oración que el meditador compartió con todos los asistentes, pudimos profundizar en la figura de María a la luz de la Sagrada Escritura. A través de un recorrido por los Santos Evangelios, Enrique puso de manifiesto la humildad de la Santísima Virgen, analizando los momentos más representativos de la vida de Cristo desde los ojos de su Madre: su nacimiento, de niño perdido y hallado en el templo, su pasión y muerte…
Desde estas líneas aprovechamos para mostrar una vez más nuestras
palabras de agradecimiento hacia don Enrique Esquivias por su generosidad con
la Hermandad, aceptando la invitación de meditar el Stabat Mater. De alguna
manera, como nuestro hermano Miguel comentaba en su presentación, la presencia
de Enrique en este acto era un gesto más de cuantos a lo largo de los años han
vinculado nuestra Hermandad con la del
Señor del Gran Poder de Sevilla. Que esa unión entre las hermandades, fruto del
amor común a Cristo y a su Iglesia, perdure y se afiance en estos tiempos
difíciles que nos ha tocado vivir.
Fotos: Andrés García |
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