viernes, 28 de marzo de 2014

Homenaje justo a un párroco ejemplar: don José Quirós Rodríguez

Foto: José Fernández
En los tiempos actuales que nos ha tocado vivir, donde se ponen en evidencia tantas cosas y sistemas, por una vez y valga la redundancia, la justicia ha sido justa. El Ayuntamiento de la ciudad, en sesión plenaria y por unanimidad, tomó el acuerdo de dedicar -a petición del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Arahal- una plaza a un arahalense de pro. Humilde, sencillo, que ha dedicado y consagrado toda su vida sacerdotal a la pastoral social, religiosa y bienestar de todos sus paisanos. Se trata de don José Quirós, Pepe Quirós como él quiere que se le llame. Desde pequeño sirvió a nuestra Parroquia de Santa María Magdalena, primero como monaguillo y, por la gracia de Dios tuvo después un insigne maestro, el entonces párroco don Antonio Franco, quién despertó su posterior vocación. Otra etapa de su vida la desarrolló en la familia salesiana, donde creció su excelente devoción mariana.

Se ordenó sacerdote diocesano después de sus estudios en el Seminario de Sevilla; y haciendo suya la frase del Papa Francisco cuando fue designado Sumo Pontífice: “Yo soy un pescador al que el Señor ha mirado”. Vino a su Arahal querido para desarrollar una gran pastoral catequética. Se hizo “pescador” de los feligreses para levantar material y religiosamente su Parroquia.

Fundó determinados grupos parroquiales, resucitó la Misión y el sentido espiritual de las hermandades de penitencia y de gloria, fundándose algunas de ellas, así como los Jueves Eucarísticos y la Asociación de nuestra Patrona. Concretamente en nuestra Hermandad, creó la Santa Misa el primer jueves de cada mes en San Roque, y al agregar en las Reglas la popular “Borriquita”, inició la procesión de palmas, cada año con más esplendor, la mañana del Domingo de Ramos recordando la entrada de Cristo en Jerusalén. Su predicación y asistencia a los diferentes Cultos organizados por la Hermandad siempre fue un aliento que aumentó el fervor de todos.

Como se dijo por la voz de un concejal asistente al citado pleno municipal “es una plaza pequeña para un corazón tan grande”. La Hermandad del Santo Entierro hace suya esta frase; su recuerdo en vida estará presente en el devenir de los tiempos y en la memoria de las generaciones futuras.

Romualdo Jiménez Almagro
Publicado en el Boletín de la Hermandad. Marzo 2014

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