martes, 28 de abril de 2020

Los retablos de San Roque. Documentación bibliográfica

Con los retablos del Niño Jesús y la Inmaculada, finalizamos el recorrido por algunos de los aspectos histórico-artísticos más significativos de la retablística que se conserva en la Iglesia de San Roque del convento primitivo que los frailes franciscanos descalzos consagraron -por la devoción existente- al santo protector de la peste, epidemias y enfermedades, San Roque.

En esta entrada compartimos las fuentes bibliográficas que han servido de guía para el desarrollo de la información que acompañaba a las fotografías.

Foto: José Fernando Gabaldón
AA. VV.  Guía artística de Sevilla y su provincia. Sevilla: Diputación Provincial de Sevilla. Fundación José Manuel Lara, 2004

AA. VV. Inventario artístico de Sevilla y su provincia (Tomos I y II).  Madrid Centro Nacional de Información Artística, Arqueológica y Etnológica, 1985

AA. VV. Tesoros de la provincia de Sevilla (Tomos I y III).  ABC Prensa Española.  Sevilla, 2000
ALCAIDE AGUILAR, J. F. Iglesias, conventos y ermitas de la Serranía Suroeste. Asociación Serranía Suroeste Sevillana. Grupo de Desarrollo Rural, 2004

ÁVILA BERGAS, S. Arahal. Arahal, 1989

JIMÉNEZ PÉREZ, A. Notas históricas de Arahal. Arahal, 1972

MORALES, A. J. Guía artística de Sevilla y su provincia. Sevilla. Diputación Provincial de Sevilla, 1989

NIETO VEGA A. Breve historia de la Hermandad del Santo Entierro de Arahal. Hermandad del Santo Entierro.  Arahal, 1980

RAVÉ PRIETO, J. L. Guía artística de Arahal. Diputación Provincial de Sevilla. Sevilla, 2004

Patrimonio. Los retablos del Niño Jesús y la Inmaculada

Estos dos retablos-hornacina de gran singularidad, datan del siglo XVIII realizados en madera dorada con cuerpo y una calle, cuya hornacina central albergan una preciada imagen del Niño Jesús de la Pasión, en el del lado de la Epístola y una imagen de la Inmaculada, en el del lado del Evangelio. Ambos retablos, con decoración de rocallas, se muestran coronado por extremo de frontón curvo avenerado, que recuerdan las pautas del taller de Guisado “el Viejo”.
La imagen alegórica del Niño Jesús pasionista es de autor anónimo, realizada en barro cocido a finales del siglo XVII y donada a la Hermandad por doña María Andrade en 1936.
La Imagen de la Inmaculada Concepción es una obra de talla completa realizada en madera policromada y dorada en el siglo XVIII desconociéndose su autoría.


Fotos: José Fernando Gabaldón

Patrimonio. El retablo de San Pedro de Alcántara

Situado en el extremo de uno de los brazos del crucero, se encuentra este singular retablo tardorrococó de autor anónimo con dolete de tela encolada y decorada con motivos florales, muy propio del siglo XVIII.
Rinde culto a una excepcional imagen de San Pedro de Alcántara. Es de destacar que la provincia de San Diego, de la que dependía el convento de San Roque pertenecía a la rama de los franciscanos alcantarinos.
La portentosa imagen de San Pedro de Alcántara es una obra de candelero de autor anónimo realizada en madera policromada, que por su contenida expresión y por los rasgos estilísticos propios de la escuela sevillana, se puede datar en la segunda mitad del siglo XVII dentro del círculo del taller de Pedro Roldán.

Foto: Leonardo Sánchez

domingo, 26 de abril de 2020

Patrimonio. El retablo de San Antonio

Al igual que el retablo de San Roque, con el que guarda gran semejanza, sigue las mismas pautas estilísticas y formales que el retablo mayor de la Iglesia. Su hornacina cobija la imagen de un San Antonio de Padua muy transformado, en origen San Juan de Prado.
Estos dos retablos que flanquean el presbiterio albergaron en su día las imágenes Titulares de la Hermandad de Jesús Nazareno de Arahal. Concretamente fue este el que ocupó la imagen del Señor, como indica el JHS que corona el retablo.

Foto: José Fernando Gabaldón

Patrimonio. El retablo de San Roque

Retablo-hornacina de estilo barroco con estípites que alberga una muy destacable imagen de San Roque de la primera mitad del siglo XVIII. De principios del siglo XVIII y autor anónimo, recuerda las pautas de Tomás Guisado “el Viejo” al igual que el retablo mayor del templo.
Realizado en madera tallada y dorada, es de un cuerpo y una sola calle, rematado en ático con relieve de San Gregorio. Muestra un corazón con siete puñales en la mesa de altar, coronándose el retablo con el anagrama del Avemaría, pues albergó en su día a la antigua imagen dolorosa de la Hermandad Jesús Nazareno.
La imagen de San Roque que preside el retablo es una obra de bulto de bella factura realizada en madera estofada y policromada. Se acompaña de un perro, animal muy unido a la vida del Santo. De autor anónimo, muestra a San Roque vestido de peregrino, con un profundo barroquismo, especialmente destacable en el magnífico tratamiento de los pliegues del ropaje.

Foto: Archivo Hermandad

sábado, 25 de abril de 2020

Patrimonio. El retablo de San Francisco de Asís

El altar dedicado al santo fundador de la Orden, consta de cuerpo, tres calles y ático. El retablo, de estilo barroco, es obra de finales del siglo XVII aunque ha perdido parte de sus soportes y de las imágenes originales, viéndose transformado su aspecto primitivo con la inclusión de elementos de otros estilos.

La hornacina central alberga una imagen de San Francisco de Asís realizada en 1948 por Bravo Nogales en madera estofada. A los lados de la imagen principal aparece una imagen de San Cristóbal y otra también de San Francisco de Asís, ambas obras anónimas del siglo XVIII.

El retablo se corona con un relieve que representa la Concesión de la Regla a San Francisco. Asimismo, tras la imagen principal, se muestran en el camarín un conjunto de cuatro relieves que se detallan en el programa iconográfico mostrado a continuación, atendiendo al orden que se indica en la ilustración que se acompaña:

1. San Francisco de Asís.
2. San Cristóbal.
3. San Francisco de Asís.
4. Relieve de la Concesión de la Regla a San Francisco.
5. Escudo franciscano de las cinco llagas de Cristo.
6. Relieve de San Pedro de Alcántara.
7. Relieve de San Juan Evangelista.
8. Relieve de Santa María Magdalena.
9. Relieve de Santiago el Mayor.

Foto: Alejandro Muñiz

Patrimonio. El retablo de San Pascual Bailón

En la pequeña capilla del Sagrario, en el lado del Evangelio se halla el retablo de San Pascual Bailón. Se trata de uno de los más bellos rincones del templo, presidido por este retablo de estilo rococó que alberga una magnífica imagen del santo franciscano que desarrolló su fe a través de la caridad fraterna y defendió la presencia de Cristo en la Eucaristía de los ataques de los protestantes hugonotes cuando cruza Francia como mensajero del provincial de su orden.
El retablo es de un solo cuerpo y una calle, presentando pinturas de San Diego de Alcalá y San Benito de Palermo?, junto a la imagen principal. A los pies se encuentra un pequeño sagrario en cuya puerta figura un pelícano con sus polluelos, símbolo de la entrega de Jesucristo.

La mesa del altar, también de estilo rococó, se muestra decorada con motivos florales enmarcando un bello medallón que alberga la pintura de una custodia, representando el Santísimo Sacramento del Altar, poniendo de manifiesto el carácter eucarístico de este altar.

A continuación, se enumera el programa iconográfico del mismo, atendiendo al orden que se indica en la ilustración que se acompaña:
1. San Pascual Bailón.
2. San Diego de Alcalá.
3. San Benito de Palermo?
4. Puerta del Sagrario.
5. Santísimo Sacramento del Altar.

La imagen de San Pascual Bailón es una magnífica obra de autor desconocido realizada en el siglo XVIII en madera policromada y dorada de talla completa. Alberga en su pecho una reliquia de este santo franciscano del siglo XVI -natural de Torrehermosa (Zaragoza)- sosteniendo una custodia en su mano derecha, como patrono que es de las obras, asociaciones y congresos eucarísticos, de ahí el carácter sacramental del retablo en el que se ubica.
Foto: Alejandro Muñiz

Patrimonio. El retablo mayor

Iniciamos este recorrido por el patrimonio histórico-artístico de nuestra sede canónica por el retablo mayor de la Iglesia de San Roque, considerado uno de los mejores ejemplos en Arahal de la retablística barroca dieciochesca de la escuela sevillana. Su grandiosidad espacial así como sus dimensiones hacen que se convierta el foco principal de la nave de la iglesia.
De autor anónimo y fechado en el segundo cuarto del siglo XVIII, nos recuerda el estilo de Tomás Guisado “el Viejo” y sus discípulos. Consta de banco con postigos laterales incorporando con posterioridad una urna para la imagen de Cristo Yacente.
Se trata de una obra que demuestra una buena integración de elementos decorativos y estructurales, destacando su plasticidad y elegancia de líneas. Los cuatro estípites del cuerpo muestran una marcada esbeltez, con múltiples elementos geométricos, placas, volutas, etc... En las calles laterales destacan las repisas sobre pinjantes, para esculturas y medallones sobre estas últimas. En la calle central la hornacina sobresale del conjunto, hallándose coronada por dos volutas enfrentadas.
Más arriba aparece otra hornacina pequeña, entre volutas, moldura mixtilínea y un cortinaje que cuelga desde lo alto. La cornisa se quiebra en el centro, formando dos grandes volutones. En el remate destaca el relieve central, en marco mixtilíneo, entre estípites y un fragmento de cornisa curvo, al final. A los lados angelillos portando ramos de flores y esculturas.
En cuanto a la iconografía que en él aparece representada, en el banco destaca la imagen de Cristo Yacente. En el cuerpo principal de izquierda a derecha encontramos a San Bernardino de Siena, la Virgen de los Dolores y San Antonio de Padua. Las imágenes de estos dos santos franciscanos, realizadas expresamente para este retablo son de escaso valor artístico.
Sobre los dos santos franciscanos encontramos unos medallones que representan de izquierda a derecha a San Rita y Santa Clara, y entre ambas, en el manifestador, se halla la excepcional escultura de San Roque, muy maltratada por el tiempo y la historia. Sobre el manifestador que alberga la imagen de San Roque, titular del templo, se muestra un relieve central alusivo a la visita de los peregrinos a la Virgen de Loreto.
A continuación, se enumera el programa iconográfico del mismo, atendiendo al orden que se indica en la ilustración que se acompaña:

1. Santísimo Cristo Yacente.
2. María Santísima de los Dolores.
3. Medallón del Avemaría, anagrama de la Santísima Virgen.
4. San Roque.
5. Visita de los peregrinos a Nuestra Señora de Loreto.
6. Emblema de la orden franciscana.
7. San Antonio de Padua.
8. Relieve de Santa Clara.
9. San Bernardino de Siena.
10. Relieve de Santa Rita.
11. Escudo franciscano de las cinco llagas de Cristo sobre campo de oro.

Foto: Alejandro Muñiz

Patrimonio. Los retablos de la Iglesia de San Roque

Dentro de las publicaciones que la Hermandad ha ido preparando de una forma especial durante este tiempo de confinamiento, queremos aprovechar los próximos días para dar a conocer algunos aspectos sobre el patrimonio histórico-artístico que atesora la Iglesia de San Roque como son los magníficos retablos que se conservan del antiguo convento franciscano. En diferentes entradas, profundizaremos en el conocimiento de estas obras pertenecientes a la escuela hispalense de finales del siglo XVII o principios del XVIII así como en el programa iconográfico que albergan.

Foto: Fototeca US


Novena a San Roque

Compartimos una novena a San Roque que nos llega a través de la Asociación de jóvenes cristianos "Celestino Mutis" de la Universidad Pablo de Olavide. Les agradecemos desde estás líneas esta guía útil para la oración por el fin de la pandemia.

San Roque es el abogado contra el contagio y la pestilencia, ya que durante la epidemia que azotó Italia en el siglo XIV, se dedicó a asistir a los enfermos logrando curar a muchos de ellos. Ayer, hoy y siempre, y en especial, en estos momentos de tribulación e incertidumbre, nos encomendamos a Nuestro Sagrado Titular.

¡Líbranos de peste y males, Roque santo y peregrino!


lunes, 13 de abril de 2020

Reina del cielo

Compartimos el rezo del Regina Coeli para que podamos guardarlo en nuestros dispositivos móviles, y a la hora del Ángelus, nos dirijamos a Nuestra Madre Bendita de los Dolores, pidiéndole que en este tiempo de Pascua interceda por nosotros con su poder corredentor para alcanzar el fin de la pandemia.

Foto: Francisco J. Granado

Feliz Pascua de Resurrección

«¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?» «A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortaja. ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!
¡Feliz Pascua de Resurrección!


sábado, 11 de abril de 2020

Réquiem al Cristo Yacente, desde casa

Compartimos el detalle que un grupo de músicos de la Banda de Música Municipal de Arahal han tenido con nuestra Hermandad, interpretando desde casa los sones de Réquiem al Cristo Yacente, obra maestra de Germán García González, que cada Viernes Santo se interpreta a la salida de Nuestra Sagrada Titular María Santísima de los Dolores. Agradecemos de estas líneas este gesto de cariño hacia la Hermandad.

Sábado Santo. Oración ante el sepulcro de Cristo

En estos días donde muchos países están viviendo el distanciamiento social por la pandemia, es impactante el profundo silencio que hoy reina en el mundo. Un silencio que nos habla también de su fragilidad y de su deterioro por tanta agresión que recibe cotidianamente. Como si esta pandemia le permitiese al mundo respirar por un momento. Un mundo que gime en silencio a causa de tanta violencia sufrida, pidiendo a gritos que nos detengamos, «clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella» (Laudato Sí nº2)


+ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN INICIAL
Hoy, Señor, Sábado Santo es el día de la espera y la esperanza. Hoy  contemplamos el cuerpo de Jesús yacente en el sepulcro. Estamos precedidos por la fe de Santa María; Ella nos guía y nos enseña el camino seguro de la esperanza. Concédeme, Señor, la luz del Espíritu para que ilumine mi oración.

ACTO PENITENCIAL
Verte clavado en una cruz, Señor mío, verte morir por amor a mí, me hace experimentar con dolor mi pecado. Me arrepiento y levanto mis ojos a Ti pidiendo confiando en tu misericordia infinita: ¡Ten piedad de mí, Señor, que soy un pecador!

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO
“Por su parte, las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea, observaron el sepulcro y cómo había quedado puesto su cuerpo. A la vuelta, prepararon perfumes y ungüentos. Durante el sábado guardaron reposo, conforme al precepto”. (Lc 23,55-56)

REFLEXIÓN
En este Sábado Santo el silencio de nuestro mundo nos ayuda a entrar en otro silencio. El Hijo de Dios ha muerto y ha sido sepultado. La tierra le ha dado un lugar para que repose en sus entrañas, porque también el cosmos, consciente de su fragilidad, desea recibir la redención del Salvador. Un silencio que hoy nos dice muchas cosas. Nos habla de espera, de preparación, de deseo. Este día nos invita a hacer una pausa antes del Domingo de Resurrección, como el silencio musical en una partitura que espera expectante la nueva melodía que todo transformará. Ojalá que también el silencio que reina estas semanas en nuestras ciudades, sea preparación y anticipo de una nueva melodía que la humanidad quiere interpretar en su relación con un planeta que pide a gritos que lo dejemos respirar.

CONSAGRACIÓN A MARÍA
Gracias, Señor, porque me diste a Santa María como madre espiritual. Hoy es un día en el que me experimento particularmente invitado a acompañarla en la oración, a dejarme educar por su fe y por su esperanza. Ayúdame a preparar mi corazón para celebrar tu gloriosa Resurrección. Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita! Amén.

Padre Nuestro, un Ave María y Gloria.

+  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

María, ejemplo de nuestra fe

Hoy contemplamos a María, serena y fuerte, aún en el silencio hondo del Sábado Santo. No podríamos entender la fe sin tu ejemplo de entereza y confianza, Madre y Señora nuestra. Haznos fuertes como Tú, Virgen de los Dolores, en estos días de turbación y tristeza.


Finaliza el Viernes Santo

Culmina este insólito Viernes Santo y con él nuestra íntima estación de penitencia. Y termina como se recoge nuestra cofradía, tras el manto de la Santísima Virgen de los Dolores.
Elevamos una oración al Santísimo Cristo Yacente y Su Bendita Madre por quienes nos precedieron en la Fe.




Nuestro Viernes Santo

Audiovisual elaborado a partir de las aportaciones gráficas y el testimonio de nuestros hermanos, en el que a modo de muestra, se pretenden plasmar algunas de las vivencias y recuerdos vividos en la Hermandad en torno a la Estación de Penitencia junto al Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Madre Bendita de los Dolores cada Viernes Santo.

Nuestra Señora de los Dolores, ruega por nosotros

María, aún con el Corazón traspasado, nunca se apartó de la cruz. Aprendamos de Ella a estar junto al Señor, sabiendo que Ella también está a nuestro lado cuando soportamos nuestras propias cruces.
Santísima Virgen de los Dolores, no permitas que me aparte de Ti.
Foto: José M. Fernández


Santísimo Cristo Yacente, ten piedad de nosotros

Santísimo Cristo Yacente, imagen del sacrificio eucarístico, esta es la noche en la que nos muestras que tu muerte es la puerta hacia una vida plena en la esperanza de la Resurrección.
Hoy más que nunca queremos volver a ti los ojos de nuestras almas, para que al contemplar tu cuerpo inerte sepamos ver los frutos de tu amor, haciéndonos buenos cristianos y más comprometidos con los más débiles de nuestra sociedad.
Santísimo Cristo Yacente, ten piedad de nosotros.
Foto: José M. Fernández

viernes, 10 de abril de 2020

Nuestro Viernes Santo

Hoy a las 19:00 horas, a través del siguiente enlace podrán visualizar el audiovisual "Nuestro Viernes Santo", elaborado a partir de las aportaciones gráficas y el testimonio de nuestros hermanos, en el que a modo de muestra, se pretenden plasmar algunas de las vivencias y recuerdos vividos en la Hermandad en torno a la Estación de Penitencia junto al Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Madre Bendita de los Dolores cada Viernes Santo.



Rezo del viacrucis en directo ante Nuestros Sagrados Titulares

Hoy a las 20:45, horario en que nuestra Hermandad tiene prevista su Estación de penitencia, identificados plenamente con la Pasión y Muerte del Señor, nos congregamos en torno al Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Madre Bendita de los Dolores para recordar y revivir las últimas y dramáticas horas de la vida terrena de Jesús.
A través de la página de facebook de la Hermandad podrán seguir en directo el rezo de este piadoso ejercicio desde la Iglesia de San Roque, que ofreceremos por el fin de la pandemia que nos golpea, por la curación de los enfermos, por la salvación de los que han fallecido, por el consuelo y fortaleza de sus familiares y amigos y por todas las personas que con su esfuerzo y dedicación están garantizando el funcionamiento de la sociedad.
Foto: Alejandro Muñiz

Pasión de Nuestro Señor Jesucristo

Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan (18,1–19,42)


C. En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el traidor, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. Judas entonces, tomando la patrulla y unos guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos, entró allá con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo:
+ «¿A quién buscáis?»
C. Le contestaron:
S. «A Jesús, el Nazareno.»
C. Les dijo Jesús:
+ «Yo soy.»
C. Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles: «Yo soy», retrocedieron y cayeron a tierra. Les preguntó otra vez:
+ «¿A quién buscáis?»
C. Ellos dijeron:
S. «A Jesús, el Nazareno.»
C. Jesús contestó:
+ «Os he dicho que soy yo. Si me buscáis a mí, dejad marchar a éstos»
C. Y así se cumplió lo que había dicho: «No he perdido a ninguno de los que me diste.» Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco. Dijo entonces Jesús a Pedro:
+ «Mete la espada en la vaina. El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿no lo voy a beber?»
C. La patrulla, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, lo ataron y lo llevaron primero a Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año; era Caifás el que había dado a los judíos este consejo: «Conviene que muera un solo hombre por el pueblo.» Simón Pedro y otro discípulo seguían a Jesús. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote y entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedó fuera a la puerta. Salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, habló a la portera e hizo entrar a Pedro. La criada que hacía de portera dijo entonces a Pedro:
S. «¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?»
C. Él dijo:
S. «No lo soy.»
C. Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose. El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de la doctrina. Jesús le contestó:
+ «Yo he hablado abiertamente al mundo; yo he enseñado continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí? Interroga a los que me han oído, de qué les he hablado. Ellos saben lo que he dicho yo.»
C. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaban allí le dio una bofetada a Jesús, diciendo:
S. «¿Así contestas al sumo sacerdote?»
C. Jesús respondió:
+ «Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas?»
C. Entonces Anás lo envió atado a Caifás, sumo sacerdote. Simón Pedro estaba en pie, calentándose, y le dijeron:
S. «¿No eres tú también de sus discípulos?»
C. Él lo negó, diciendo:
S. «No lo soy.»
C. Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le cortó la oreja, le dijo:
S. «¿No te he visto yo con él en el huerto?»
C. Pedro volvió a negar, y enseguida cantó un gallo. Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era el amanecer, y ellos no entraron en el pretorio para no incurrir en impureza y poder así comer la Pascua. Salió Pilato afuera, adonde estaban ellos, y dijo:
S. «¿Qué acusación presentáis contra este hombre?»
C. Le contestaron:
S. «Si éste no fuera un malhechor, no te lo entregaríamos.»
C. Pilato les dijo:
S. «Lleváoslo vosotros y juzgadlo según vuestra ley.»
C. Los judíos le dijeron:
S. «No estamos autorizados para dar muerte a nadie.»
C. Y así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué muerte iba a morir. Entró otra vez Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo:
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»
C. Jesús le contestó:
+ «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»
C. Pilato replicó:
S. «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?»
C. Jesús le contestó:
+ «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»
C. Pilato le dijo:
S. «Conque, ¿tú eres rey?»
C. Jesús le contestó:
+ «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»
C. Pilato le dijo:
S. «Y, ¿qué es la verdad?»
C. Dicho esto, salió otra vez adonde estaban los judíos y les dijo:
S. «Yo no encuentro en él ninguna culpa. Es costumbre entre vosotros que por Pascua ponga a uno en libertad. ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»
C. Volvieron a gritar:
S. «A ése no, a Barrabás.»
C. El tal Barrabás era un bandido. Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar. Y los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le echaron por encima un manto color púrpura; y, acercándose a él, le decían:
S. «¡Salve, rey de los judíos!»
C. Y le daban bofetadas. Pilato salió otra vez afuera y les dijo:
S. «Mirad, os lo saco afuera, para que sepáis que no encuentro en él ninguna culpa.»
C. Y salió Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. Pilato les dijo:
S. «Aquí lo tenéis.»
C. Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y los guardias, gritaron:
S. «¡Crucifícalo, crucíficalo!»
C. Pilato les dijo:
S «Lleváoslo vosotros y crucificadlo, porque yo no encuentro culpa en él.»
C. Los judíos le contestaron:
S «Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha declarado Hijo de Dios.»
C. Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más y, entrando otra vez en el pretorio, dijo a Jesús:
S. «¿De dónde eres tú?»
C. Pero Jesús no le dio respuesta. Y Pilato le dijo:
S. «¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte?»
C. Jesús le contestó:
+ «No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor.»
C. Desde este momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban:
S. «Si sueltas a ése, no eres amigo del César. Todo el que se declara rey está contra el César.»
C. Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el sitio que llaman "el Enlosado" (en hebreo Gábbata). Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía. Y dijo Pilato a los judíos:
S. «Aquí tenéis a vuestro rey.»
C. Ellos gritaron:
S. «¡Fuera, fuera; crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:
S. «¿A vuestro rey voy a crucificar?»
C. Contestaron los sumos sacerdotes:
S. «No tenemos más rey que al César.»
C. Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos.» Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús, y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato:
S. «No, escribas: "El rey de los judíos", sino: "Éste ha dicho: Soy el rey de los judíos."»
C. Pilato les contestó:
S. «Lo escrito, escrito está.»
C. Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron:
S. «No la rasguemos, sino echemos a suerte, a ver a quién le toca.»
C. Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica». Esto hicieron los soldados. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:
+ «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
C. Luego, dijo al discípulo:
+ «Ahí tienes a tu madre.»
C. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura dijo:
+ «Tengo sed.»
C. Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo:
+ «Está cumplido.»
C. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu. Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que atravesaron.» Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo clandestino de Jesús por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mixtura de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo vendaron todo, con los aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de la Preparación, y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.

Palabra del Señor.

Hoy es Viernes Santo

En el día de hoy, en el que cumpliendo con la tradición que nos legaron nuestros mayores, conmemoramos el Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, nos encomendamos a Nuestros Sagrados Titulares por el fin de la pandemia que nos golpea, por la curación de los enfermos, por la salvación de los que han fallecido, y por el consuelo y fortaleza de sus familiares y amigos. Asimismo, por todas las personas que con su esfuerzo y dedicación están garantizando el funcionamiento de la sociedad.

Santísimo Cristo Yacente, refugio en todo peligro, vuelve tu mirada hacia nosotros que con fe te imploramos en la tribulación y concede el descanso eterno a los difuntos, el alivio a los que lloran, la salud a los enfermos, la paz a los que mueren, la fuerza a los trabajadores de la salud, el espíritu de sabiduría a los gobernantes y el ánimo de acercarse a todos con amor para glorificar juntos tu santo nombre.
Oh Madre Bendita de los Dolores, tu resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza. Confiamos en ti, Salud de los enfermos, que junto a la cruz te asociaste al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, salvación del pueblo de Dios que camina en nuestro pueblo de Arahal, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y hacer lo que nos diga Jesús, que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y se ha cargado con nuestros dolores para llevarnos, a través de la cruza la alegría de la resurrección. Amén.


Fotos: Manuel J. García - Francisco J. Granado

lunes, 6 de abril de 2020

Maqueta recortable del paso de Cristo

Tras el gran seguimiento que tuvo la maqueta del paso de la Santísima Virgen, en esta ocasión, a través del siguiente enlace compartimos un recortable a escala del paso del Santísimo Cristo Yacente. Una vez impreso el documento, colorea las diferentes piezas, recórtalas siguiendo las instrucciones y…comienza el montaje.

Desde estas líneas agradecemos de nuevo a N.H. Raúl Vera García su dedicación y generosidad en la preparación de esta maqueta en el año que conmemoramos el 75º aniversario de Nuestro Sagrado Titular.

Enlace de descarga:


Nuestro Domingo de Ramos

Audiovisual elaborado a partir de las aportaciones gráficas y el testimonio de nuestros hermanos, en el que a modo de muestra, se pretenden plasmar algunas de las vivencias y recuerdos vividos en la Hermandad en torno a la procesión del Señor de la Sagrada Entrada en Jerusalén.

Oración preparatoria. Domingo de Ramos 2020

Este año el Señor de la Sagrada Entrada en Jerusalén no saldrá desde San Roque por las calles de nuestro pueblo en procesión, inaugurando la Semana Santa de Arahal.
Nuestra estación de penitencia ha de tener una forma distinta, pero no por ello vamos a dejar de identificarnos con Jesucristo en su Pasión. A pesar de que nuestra Hermandad no salga a la calle, ofreceremos nuestra piadosa oración en la intimidad de nuestros hogares, desde la solidaridad con nuestros conciudadanos y el respeto a las prescripciones de las autoridades.
Con esta oración damos testimonio como Hermandad de nuestra fe en Jesucristo y de nuestra pertenencia a la Iglesia Católica. Pedimos al Señor de la Sagrada Entrada en Jerusalén por el fin de la pandemia que nos golpea, por la curación de los enfermos, por la salvación de los que han fallecido, y por el consuelo y fortaleza de sus familiares y amigos.
Asimismo, por los médicos, enfermeras y demás trabajadores del sector sanitario, así como por los funcionarios públicos, trabajadores privados y voluntarios que con su esfuerzo y dedicación están garantizando el funcionamiento de la sociedad.



Proyecto de reforma y restauración del paso de "la Borriquita"

Finalizada la primera fase del proyecto, así procesionaría mañana el paso de misterio del Señor de la Entrada en Jerusalén tras la realización de la nueva parihuela en madera de pino, los trabajos de carpintería de la ampliación de canastilla y respiraderos, la ejecución una nueva estructura interna y la consolidación de todo el conjunto.
Felicitamos desde estas líneas al taller de carpintería religiosa de Enrique Gonzálvez González, encargado de estas labores de forma magistral, que han dotado al conjunto de unas nuevas dimensiones más acordes a la configuración del misterio que se representa.
Este es solo el comienzo de un proyecto anhelado por todos que con esfuerzo e ilusión iremos desarrollando en los próximos años.


viernes, 3 de abril de 2020

El testimonio de Monseñor Agrelo

El 25 de julio de 2019 se despidió de la Diócesis de Tánger monseñor Santiago Agrelo, tras permanecer al frente de la misma desde 2008, once años muy fructíferos para la Iglesia peregrina en el norte de Marruecos. Hemos tenido la dicha de compartir este camino de esperanza, que el Papa supo reconocer durante la visita pastoral al país magrebí, a finales de marzo del año pasado. Tal y como él mismo nos relató, en el ameno viaje que compartimos desde Tarifa con nuestro diputado de cultos Manolo García,  aquel encuentro con la comunidad inmigrante en la sede de Cáritas en Rabat le llenó plenamente. 

El Papa tuvo el detalle de reconocer su trabajo y compromiso con los más débiles, siendo la Voz de los Sin Voz, siempre cercano a esta realidad de Cristos vivos y sufrientes, víctimas de un orden mundial injusto y desigual (mientras escribo este artículo han detenido a un compañero camerunés y lo están deportando a la frontera con Mauritania). A todos nos alentaba y comprometía para acoger y atender a la población migrante, que en gran número malviven por amplias zonas del norte del Magreb, especialmente las zonas de Tetuán y Nador. Nos ha hecho madurar desde una fe responsable, encarnada y próxima al padecimiento humano, porque el primer libro de reglas del cristiano es el Evangelio. 

Recuerdo la dicha que tuve cuando le entregué la carta que me dio Pepe Matute para invitarle por vez primera a la función Principal de los cultos de nuestra Hermandad del año 2011, que aceptó enseguida. Estábamos en el cementerio español de Tetuán, en el entierro de la hermana Josefina de las Hijas de la Caridad, se mostró muy atento, le hablaba de la religiosidad popular y del mundo cofrade, mundos desconocidos para él, pero que le ilusionaba conocer de cerca. Para mi familia constituyó una alegría enorme, recuerdo la gran ilusión que tenía mi padre, aquel recibimiento en el puerto de Tarifa y la intensidad emocional de su estancia en casa. Siempre tan sencillo, tan humano, tan profundo, el almuerzo, la sobremesa, su rato en la siesta, la dulzura en el trato y las atenciones con todos.

Estas estampas se volvieron a repetir el año pasado, con la segunda visita, de nuevo los momentos compartidos, mi madre detrás de nosotros para que Monseñor se sintiera a gusto, y el café que compartimos con los miembros de la Junta resultó muy grato y familiar. Qué importante que nuestra Hermandad conserve este sello tan familiar, que forma parte de su esencia, Monseñor siempre me lo comentaba, San Roque como un espacio de encuentro, de reunión interpersonal, de confraternización. 


Me alegraba entrar en su despacho y ver colgada la foto de la Virgen de los Dolores, a la que se encomendaba por los migrantes; es curioso para los que vivimos fuera cómo afloran los sentimientos de nostalgia, no hay nada como salir y extrañar todo aquello que llevamos en las entrañas: familia, Hermandad, pueblo, amigos. Aquella visita con monseñor por las calles de Arahal resultó entrañable, el recibimiento en el Santo Cristo con los miembros de la Junta de la Misericordia, luego en la parroquia con D. Álvaro y miembros de la Junta de Jesús Nazareno, participando de los besamanos de las imágenes. Sin duda se imbuyó de espíritu cofrade, pero también pienso que los demás nos llenamos de su palabra y testimonio, un agrelismo militante del que jamás debemos despojarnos. 

Durante su estancia en Marruecos tuvo que soportar críticas e incomprensiones, enfrentarse a las decisiones gubernamentales claramente anti migratorias, se mostró firme en la defensa de los débiles y no dudaba en acoger a los perseguidos en la Catedral, cada semana llevaba personalmente a los bosques alimentos y mantas, lo que le granjeó desconfianzas por parte de las autoridades marroquíes. Fuerte defensor de los derechos humanos, fiel a su carisma franciscano, ha  sido un Obispo que olía a lana, como le gusta decir a nuestro Papa Francisco. Recuerdo aquella visita que le hice al hospital italiano, tras un desfallecimiento, acompañado de una amiga periodista, y el esfuerzo que hizo por departir con nosotros, quería salir porque habían detenido a varios africanos en el barrio de Bukhalef. 
Para siempre Monseñor Agrelo formará parte de la vida de nuestra Hermandad, sus homilías en nuestro franciscano San Roque debemos conservarlas y tenerlas siempre presentes, como alimento de nuestra vocación cofrade. 

Hemos tenido la dicha de tener entre nosotros a un hombre de Dios, sencillo y humilde, que quiso sentarse en nuestra mesa fraternal y compartir su vida. Si Dios quiere quizá volvamos a tenerlo en San Roque de nuevo, me pidió que rezáramos por él, durante aquel abrazo eterno que nos dimos en su despedida en el claustro del convento de Tánger. Siempre estará en el corazón de muchos de nosotros, y como diría él: “Feliz encuentro con Cristo. Feliz comunión con Cristo. Feliz misión entre los pobres”   

Francisco Jiménez Maldonado