viernes, 29 de enero de 2016

Ciclo de conferencias de la Hermandad


Durante los próximos viernes 5 y 12 de febrero, la Hermandad celebra un año más un ciclo de conferencias a través del cual viene dando a conocer aspectos formativos, históricos y patrimoniales de marcado interés para nuestros hermanos y los cofrades en general. En esta edición las ponencias estarán a cargo de don Felipe López Rincón  y don Ramón de la Campa Carmona.

A continuación se indican los títulos de las ponencias y la fecha de celebración de las mismas.

Don Bosco, apóstol de la juventud
Viernes 5 de ferebro. 20:30 horas
Don Felipe López Rincón
Doctor en Historia del Arte. Profesor del Colegio Salesiano de Morón de la Frontera

La Entrada en Jerusalén, parábola del subversivo Reinado de Cristo
Viernes 12 de febrero. 20:30 horas
Don Ramón de la Campa Carmona
Licenciado en Filología Clásica. Profesor de Lengua y Literatura

Sala Capitular. Iglesia de San Roque. Arahal

miércoles, 27 de enero de 2016

Convivencia infantil de Hermandad

Foto cartel: José Fernández

El próximo sábado 6 de febrero a las 16:30 horas, celebraremos en la Iglesia de San Roque una convivencia infantil a la que están invitados a participar los hermanos más pequeños de la Hermandad.

Con este encuentro, convocado desde la Diputación Mayor de Gobierno, se pretende facilitar a nuestros hermanos más jóvenes la posibilidad de compartir un rato de convivencia en torno ao a Nuestros Sagrados Titulares, conociendo un poco mejor la Hermandad de una forma muy original y entretenida. El encuentro finalizará (D.m.) en la Sala Capitular del templo con una merienda fraterna.

Desde aquí, animamos a participar a los hermanos más pequeños del Santo Entierro acompañados de sus padres, familiares o amigos, estrechando así los lazos de afecto y la vinculación con la Hermandad.

sábado, 9 de enero de 2016

Carta pastoral ‘Revivir la Gracia Bautismal’

Queridos hermanos y hermanas:

Celebramos en este domingo la fiesta del Bautismo del Señor, acontecimiento que cierra su vida oculta e inaugura su vida pública. Ya desde los primeros siglos, la liturgia de la Iglesia oriental dedicó una atención preferente a este hecho significativo de la vida de Jesús. El emperador Carlomagno, a principio del siglo IX, quedó impresionado de la solemnidad con que se celebraba esta fiesta en las iglesias de Oriente. En los calendarios litúrgicos de Occidente, sin embargo, no tuvo asignada una fecha particular. El bautismo del Señor era simplemente un aspecto más de la solemnidad de la Epifanía. La liturgia latina hubo de esperar al Concilio Vaticano II para que el Bautismo de Jesús tuviese su encaje en este primer domingo después de Epifanía, dándonos a entender que es como una prolongación de aquella.


El Bautismo del Señor debió impresionar tanto a los testigos del acontecimiento que los cuatro evangelistas se sintieron obligados a referirlo, quizá porque quedaban todavía entre sus lectores quienes habían visto y oído los signos del cielo que tuvieron lugar en aquel momento incomparable. Por otra parte, la teofanía maravillosa en la que el Padre declara que Jesús es el Hijo amado, el predilecto, mientras el Espíritu Santo unge a Jesús en el comienzo de su ministerio público, es la prueba incontestable de su mesianidad y el más seguro refrendo de su divinidad. El relato del Bautismo del Señor es además para los evangelistas la mejor explicación catequética del significado del bautismo cristiano, que Jesús inaugura en el Jordán. En este sentido nos dice san Máximo de Turín: “El Señor Jesús viene para ser bautizado y quiere que su cuerpo santo sea lavado en las aguas del Jordán. Alguien dirá quizá: si es santo, ¿por qué quiso ser bautizado?… Cristo es bautizado no para ser Él santificado por las aguas, sino para que las aguas sean santificadas por Él. Más que de una consagración de Cristo, se trata de una consagración de las aguas de nuestro bautismo”.

La fiesta del Bautismo del Señor nos remonta al día de nuestro bautismo, el día más importante de nuestra vida, aquella fecha magnífica que todos deberíamos conocer y celebrar más incluso que el día de nuestro nacimiento físico. En aquel día fuimos purificados del pecado original y consagrados a la Santísima Trinidad, que vino a morar en nuestros corazones. En aquel día memorable recibimos el don de la gracia santificante, el mayor tesoro que nos es dado poseer en esta vida. Es la vida divina en nosotros, que nos permite formar parte de la familia de Dios como hijos bienamados del Padre, hermanos del Hijo y ungidos por el Espíritu. En aquel día fuimos incorporados al misterio pascual de Cristo, y al mismo tiempo quedamos incorporados a la Iglesia, permitiéndonos vivir nuestra fe acompañados y sostenidos por una auténtica comunidad de hermanos.

El recuerdo de nuestro bautismo hace brotar en nosotros un primer sentimiento de gratitud al Señor que permitió que naciéramos en un país cristiano y en el seno de una familia cristiana, que pidió para nosotros a la Iglesia la gracia del bautismo. Recordamos esa fecha con una profunda alegría pero también con responsabilidad, que nos debe llevar a preguntarnos si el bautismo es un mero dato histórico que no nos compromete en absoluto, o por el contrario es algo actual, con unas repercusiones concretas en nuestra vida.

En la fiesta del Bautismo del Señor, os invito a preguntaros, queridos hermanos y hermanas, ¿qué hemos hecho de nuestro bautismo? ¿Es algo vivo, que compromete nuestra vida cotidiana? ¿Vivo con confianza y alegría mi condición de hijo de Dios, Padre bueno y providente, que se preocupa de mí y me mira con ternura? ¿Mi vida está organizada como una respuesta a la alianza que sellé con el Señor en aquella fecha decisiva? ¿Soy consciente de que la gracia santificante es un tesoro que debo cuidar cada día? ¿Cultivo la amistad y la intimidad con el Señor? ¿Vivo con hondura la fraternidad y el servicio  a los pobres? ¿Vivo con gratitud amor y orgullo mi pertenencia a la Iglesia, la familia magnífica que me acoge y acompaña en mi vida de fe?

Termino recordándoos un fragmento de la Constitución Lumen Gentium del Concilio Vaticano II, en el que a todos, sacerdotes, consagrados y laicos, se nos invita a buscar y a vivir la santidad como exigencia de nuestro bautismo: “Los seguidores de Cristo han sido hechos en el bautismo… verdaderos hijos de Dios y partícipes de la divina naturaleza, y, por lo mismo, realmente santos. En consecuencia, es necesario que, con la ayuda de Dios, conserven y perfeccionen en su vida la santificación que recibieron” (n. 40). Este es mi deseo y mi mejor augurio para todos vosotros, queridos hermanos y hermanas, en los comienzos del nuevo año de gracia que el Señor nos ha concedido.

Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.

                                     + Juan José Asenjo Pelegrina
                                            Arzobispo de Sevilla

miércoles, 6 de enero de 2016

Enero. Misa de Hermandad


El próximo jueves 7 de enero, se celebra en la Iglesia de San Roque a las 20:00 horas, Misa de Hermandad por el eterno descanso de los hermanos difuntos de la misma. A las 19:30 horas, rezo del Santo Rosario a la Santísima Virgen de los Dolores.

Aprovechamos para recordar que todos los viernes en horario de 18:30 a 21:00 horas, la Iglesia de San  Roque permanece abierta para que todos los fieles y devotos puedan orar ante Nuestros Sagrados Titulares.

domingo, 3 de enero de 2016

"Igualás" de las cuadrillas de costaleros de la Hermandad

A través de la presente entrada les comunicamos los horarios de las "igualás" para las cuadrillas de costaleros de la Hermandad. Por orden cronológico, las citas de las mismas son las siguientes:


Cuadrilla de costaleros del Santísimo Cristo Yacente
Sábado 16 de enero. 20:00 horas. Iglesia de San Roque

Cuadrilla de costaleros de la Santísima Virgen de los Dolores
Domingo 24 de enero. 10:30 horas. Iglesia de San Roque

Cuadrilla de costaleros del Señor de la Sagrada Entrada en Jerusalén
Miércoles 17 de febrero. 21:00 horas. Iglesia de San Roque

Fotos: Manuel J. García

viernes, 1 de enero de 2016

Solemnidad de Santa María, Madre de Dios

En esta fiesta grande que la Iglesia celebra hoy 1 de enero, acompañamos la entrada con un breve vídeo con algunas de las imágenes que el pasado 2015 nos dejó de la Santísima Virgen de los Dolores, Madre de Dios y Madre nuestra. Que Ella, que es modelo de vida, entrega y oración, nos acompañe en el nuevo año que hoy comienza con la Jornada Mundial de la Paz. 

La Solemnidad de Santa María Madre de Dios es la primera Fiesta Mariana que apareció en la Iglesia Occidental, su celebración se comenzó a dar en Roma hacia el siglo VI, probablemente junto con la dedicación –el 1º de enero– del templo “Santa María Antigua” en el Foro Romano, una de las primeras iglesias marianas de Roma.


“He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra”

Es desde ese fiat, hágase que Santa María respondió firme y amorosamente al Plan de Dios; gracias a su entrega generosa Dios mismo se pudo encarnar para traernos la Reconciliación, que nos libra de las heridas del pecado.

La doncella de Nazareth, la llena de gracia, al asumir en su vientre al Niño Jesús, la Segunda Persona de la Trinidad, se convierte en la Madre de Dios, dando todo de sí para su Hijo; vemos pues que todo en ella apunta a su Hijo Jesús.

Es por ello, que María es modelo para todo cristiano que busca día a día alcanzar su santificación. En nuestra Madre Santa María encontramos la guía segura que nos introduce en la vida del Señor Jesús, ayudándonos a conformarnos con Él y poder decir como el Apóstol “vivo yo más no yo, es Cristo quien vive en mí”.

Fuente: www.infovaticana.com